Los días pasan inexorables acercándonos cada día a nuestro destino. Quizá sólo a una percepción puntual del destino tras la cual será necesario buscar un nuevo objetivo, un nuevo destino. Santiago está ahí al alcance de la mano, cuarenta kilómetros, un suspiro en el mundo acelerado al que nos tocará volver.
Fonsigrino sigue caminando, buscando y siguiendo flechas, pensando en nuevas rutas que recorrer, pueblos que conocer, amistades que entablar... Parafraseando a un genio del balón, todos somos peregrinos (y del Atleti) aunque solo unos pocos lo saben.
No hay comentarios:
Publicar un comentario