viernes, 25 de septiembre de 2015

Tramo 7 Arzúa - Pedrouzo

Arzúa, la ciudad de los albergues. Aquí ya nos hemos integrado con la avalancha que viene del Francés. Quizás menos avalancha de lo que me esperaba y hemos sido los primeros en llegar al albergue municipal. Poco a poco se ha ido llenando, igual que las terrazas y los supermercados.


Aquí hay dinero, y mientras lo haya abrirán nuevos negocios, prosperarán o sobrevivirán aldeas y pueblos, los pioneros del Camino, aquellos que huyen de las multitudes partirán en busca del Camino perfecto, sin darse cuenta que al recorrerlo inician su propia evolución hacia lo que es hoy el Francés. 


Disfruto todos los recorridos por igual y procuro que mi viaje sea más interior que exterior. Mañana Santiago, una vez más encuentro con esas sensaciones tan personales. Siempre es especial... Como dice un mensaje junto a mi litera hoy:






jueves, 24 de septiembre de 2015

Tramo 6 Sobrado dos Monxes - Arzúa

Carretera, carretera y más carretera. Puede acabar con las articulaciones y los nervios de más de uno. El peor enemigo de nuestra fuerza al andar es nuestra estabilidad mental y emocional. Si el pensamiento negativo te desborda, el físico cae detrás como un castillo de naipes.


Los días pasan inexorables acercándonos cada día a nuestro destino. Quizá sólo a una percepción puntual del destino tras la cual será necesario buscar un nuevo objetivo, un nuevo destino. Santiago está ahí al alcance de la mano, cuarenta kilómetros, un suspiro en el mundo acelerado al que nos tocará volver. 


Fonsigrino sigue caminando, buscando y siguiendo flechas, pensando en nuevas rutas que recorrer, pueblos que conocer, amistades que entablar... Parafraseando a un genio del balón, todos somos peregrinos (y del Atleti) aunque solo unos pocos lo saben.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Tramo 5 Miraz - Sobrado dos Monxes

Dormir en un monasterio tiene mucho de místico y un poco de fantasmagórico. Esos grandes claustros, las estancias frías, las pequeñas celdas, todo el conjunto monumental con dimensiones exageradas para el tiempo en el que fue levantado y por supuesto la brillante recreación de Umberto Eco te transportan a una época ya pasada. 


Hoy completamos la jornada más larga de nuestro Camino, un gran sube y baja principalmente por caminos asfaltados y carretera. Un infierno para articulaciones y plantas de pie. La de mañana también tiene bastante carretera, con lo que habrá que mentalizarse y continuar adelante. 


Arzúa es el destino de mañana, una pequeña ciudad de 6000 habitantes donde en pleno verano pueden llegar más de mil peregrinos al día, día tras día. Desde allí muchos optan por recorrer los 40 kilómetros hasta Dantiago de una, otros los 35 hasta Monte de Gozo y los más por partir la etapa en dos y hacer noche en Pedrouzo. Nosotros optamos por la tercera de las opciones. 

martes, 22 de septiembre de 2015

Tramo 4 Baamonde - Miraz

Tras cuatro días recorriendo sendas y tratando de recordar y detectar cambios, estoy convencido que cuando recorrí esta parte del camino de la Costa en el mes de julio se podría comparar al de los que recorrieron el Camino Francés antes de 1993, toda una aventura. De aquella los pueblos vivían de espaldas al Camino y ahora protestan porque se pretende cambiar el recorrido. 


Aunque las guías proponen recorrer Baamonde-Sobrado en una sola jornada, con 40 kilómetros "oficiales", existe la alternativa de hacerlo en dos días, bien 15-25 ó 25-15. Dado que el albergue de la segunda opción era privado y estaba completamente reservado, hoy ha sido una jornada tranquila que hemos completado a media mañana. 


Resuelto queda también el misterio de las zanahorias gigantes, un tubérculo que hemos visto en muchos campos cultivados y no sabíamos que era. La señora Pilar del bar de Miraz nos lo ha solucionado: remolacha para los cerdos.

Mañana último día para disfrutar de la relativa calma de este trazado, puesto que pasado entramos en el Francés. Reconozco que el año pasado lo eché de menos por momentos, pero en este momento creo que me gustaría no tener esas dos jornadas compartidas. Creo que va a ser como cuando pasé del Aragonés al Francés en Puente La Reina: Demasiado ruidoso. 

lunes, 21 de septiembre de 2015

Tramo 3 Vilalba - Baamonde

Parece increíble lo poco que recuerdo de este recorrido. Y, lo que es peor, aquello que recuerdo ha cambiado lo suficiente como para que me haga dudar. Me pasó ayer entrando en Vilalba y su absurdo puente peatonal (con la falta que haría en otros cruces de carretera sin visibilidad) y me ha vuelto a pasar esta mañana al llegar a Baamonde y el rodeo para pasar bajo la autopista, lo que ha sumado 800 metros extra.


Hoy ha vuelto a amanecer con niebla en lo que se intuye una constante para los próximos días, pero una corta subida nos ha permitido sentir el sol mientras despuntaba por el horizonte antes de volver a bajar a la niebla. 


La primera vez que recorrí esta variante conocí e el restaurante Galicia a uno de esos personajes legendarios del Camino, Juan Corral. Hoy volví para hablar con él de nuevo y probar su café de olla, pero parece ser que murió hace unos años. En su lugar he conocido a su hermano escultor que tiene el jardín de su casa abierto al público de forma gratuita y ofrece pequeños paseos guiados. Todo un honor.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Tramo 2 Gontan - Vilalba

Amaneció un día con niebla llorona que me acompañaría prácticamente hasta la entrada al polígono industrial de Vilalba, donde se abrió para mostrar un espléndoroso y soleado día gallego. 


Tras la etapita de ayer, hoy el GPS ha marcado 24 kilómetros frente a los 20 de las dos guías consultadas (la edición de 2010 de Antón Pombo y la Guía Eroski). Está claro que o mi GPS marca de más o  los editores de guías no lo utilizan o un poco de ambas. 

La niebla suele tener un efecto espectacular sobre la infinidad de telarañas que pueblan arbustos y cercas a la vera del sendero creando una atmósfera fantasmagórica que, junto con la niebla, provocan en el caminante la sensación de encontrarse con la Santa Compaña en cualquier curva. 


Hoy, saltándome una de mis normas básicas, hemos tomado un desvío para acercarnos a un bar indicado con un cartel. El del bar, muy habilidoso, puso en el cartel del desvío que no era necesario desandar lo andado para retomar la ruta. En dicho bar hemos podido degustar una de las mejores tortillas del Camino. Si veis los cárteles del bar O'Barrio (o algo parecido), desviaros porque merece la pena. 

Otra reseña para los que vengan detrás. Saliendo de Abadín perdimos un desvío y continuamos por la carretera. Poco después de pasar una rotonda a la salida del pueblo hay un desvío a una iglesia del siglo XII, por ahí se puede retomar el camino señalizado. 




sábado, 19 de septiembre de 2015

Tramo 1 Mondoñedo - Gontan

No hay experiencia más especial que conseguir la última cama del albergue, aunque en este caso fuera un colchón en el suelo. Pero es lo que tiene apurar tanto con el autobús y el taxi, que llegamos casi fuera de tiempo. Mención aparte para la policía local de Mondoñedo, que a las 21:50 deja de responder el teléfono y entiendo que el resto de funciones ¿?

Fonsigrino sigue acaparando todas las fotos, pero es lo que tiene ser una modificación fantástica de http://playhistorymove.com y llamar la atención de los paparazzis. 

 
La ruta de hoy la recorrí hace años bajo un aguacero espectacular, con lo que no recordaba mucho. Alguna fuente, un cobertizo bajo el que resguardarse del agua y la novedad de la autopista y los parques eólicos, cuyas luces en la noche presagiaban una tormenta que no era tal. 

El albergue se encuentra superpoblado con ruidosos alemanes. Es un idioma tan dulce y melódico que dan ganas de invadir Polonia al oírles. Creo que es la primera vez que veo un grupo tan grande. Igual esta ruta es su favorita. 

viernes, 18 de septiembre de 2015

Tramo 0 Madrid - Mondoñedo

Volvemos al Camino, la mochila, las zapatillas y yo, y al final tendré que fundar Peregrinos Anónimos para reconocer mi adicción. El año pasado afronté una de mis peregrinaciones más duras y solitarias y creí tener suficiente por un tiempo, pero en cuanto se me presentó una pequeña oportunidad de volver, me ha faltado tiempo para organizarme. 

Vuelvo, ocho años después, al Camino del Norte, su tramo final que discurre cruzando en diagonal la provincia de Lugo hasta Santiago. Espero encontrarme cambios en un trazado que aquellos días y en pleno mes de julio apenas era transitado por unos cuantos ciclistas sin apenas albergues. 


De momento toca aguantar sentado en el autobús, recorriendo a una endiablada velocidad los parajes que el año pasado me acompañaron durante horas y días. Mañana con las primeras luces del alba volveré a buscar la primera flecha amarilla que me señale la ruta.