lunes, 12 de agosto de 2013

La Teoría de Ornstein

La Teoría de Ornstein sobre la percepción del tiempo establece que la atención de nuestro cerebro se divide entre dos procesadores: uno de para el procesamiento de información y otro para la percepción temporal. Cuánto más hacemos trabajar al procesador de información, menos dedicamos a la percepción temporal y viceversa. Básicamente, cuánto más pensamos en otras cosas, más sensación de que el tiempo pasa rápido tenemos.

Hace tres semanas publiqué mi primera entrada en este blog, pero parece que hayan pasado tres meses, y todavía me queda por delante toda una semana antes de subirme al tren que me lleve hasta Canfranc. Tendría que repasar la Teoría de Ornstein, porque creo que si el procesamiento de información se centra en el tiempo que queda para que ocurra algo, entonces se ralentiza de manera exponencial.

AtribuciónSin obras derivadas Algunos derechos reservados por Stuart Chalmers
Esta es la lista de cosas que he hecho para intentar matar el tiempo durante estas tres semanas:

  • Preparar la mochila con todos los elementos necesarios. Esto ha incluido pesar todos los elementos y discriminar entre unos y otros en función del peso.
  • Comprar el billete de tren que me lleve hasta Canfranc Estación. Tuvo su aquel de misterio, puesto que Renfe decidió no hacer público el AVE Madrid-Zaragoza del día 19 hasta la semana pasada.
  • Repasar el contenido del botiquín y sustituir los medicamentos caducados por nuevos. Esto de usar el botiquín de año en año es lo que tiene.
  • Minimizar el neceser a lo mínimo imprescindible para poder ducharme y afeitarme, sin lujos.
  • Comprar un bordón nuevo, lo cual me ha permitido conocer una tienda nueva en el centro de Madrid, la Espartería de Juan Sánchez, en plena Cava Baja del barrio de La Latina.
  • Recoger la credencial del peregrino en la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago de Madrid, y comprobar, tantos años después ya que últimamente la solía recoger en León, que siguen dando la charlita previa, lo cual me parece muy bien.
¿Qué me falta? En la lista de pendientes, me queda conseguir un mechero y hacer y deshacer la mochila tres o cuatro veces para asegurarme de que no me falta nada.

Creo que no va a a ser suficiente y Ornstein se burlará de mí mientras miro como el segundero del reloj parece haberse quedado congelado.

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